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Publicado: Miércoles, 15 Mayo 2024 15:39
Desde el Ruaga buscan incentivar que los aspirantes amplíen su disponibilidad etaria. En la primera parte el año se registraron 50 familias.
En la actualidad, hay 76 niños y adolescentes santafesinos esperan por una familia. De ellos, 48 son adolescentes de entre 13 y 17 años, quienes se encuentran en la difícil situación de que el 95% de los aspirantes a guarda buscan solamente niños de hasta ocho años.
"Algunos niños y adolescentes han tenido alguna vinculación, pero lamentablemente han sido fallidas. Lo trabajamos con las convocatorias públicas y con lo que se llaman entrevistas de aproximación. A lo mejor vos te inscribiste con una disponibilidad de 0 a 5 años, pero tus características y las características del niño pueden ser compatibles, entonces se te comunica que hay un niño de 8 años, no de 5. Se intenta ampliar un poco la disponibilidad etaria, lo que pasa es que eso queda a criterio de los aspirantes también", explicó Alejandro Bonelli, directora del Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos (Ruaga), a UNO Santa Fe.
Cabe recalcar que los adolescentes que no son adoptados, al cumplir los 18 años dejan de tener la protección del estado, con todo lo que eso significa en la vida de una persona en situación de vulnerabilidad social.
"Por eso la idea es incentivar a la gente a que se puede maternar o paternar no solo a un bebé, sino a un niño y a un adolescente también", destacó Bonelli.
El proceso, una vez que es seleccionado el legajo, comienza el periodo de vinculación entre el aspirante y el niño o adolescente. Ese periodo de vinculación normalmente dura entre uno y tres meses. Son pequeños encuentros, que cada vez son más extendidos, hasta que el niño o adolescente comienza a dormir en el domicilio de los aspirantes. Todo el proceso tiene un seguimiento del Ruaga y de los equipos de Niñez también, hasta que se solicita la vinculación. En ese momento, el niño egresa de la residencia del Estado y pasa a estar en guarda de los aspirantes, siendo supervisado por el juzgado. De esta manera se otorga la guarda preadoptiva, que dura aproximadamente seis meses, y luego inicia el juicio de adopción plena si se cuenta con el consentimiento de las dos partes
A modo de caso testigo, el Ruaga compartió la historia de una adolescente de 14 años, que se encontraba en una residencia en San Genaro, fue adoptada por una pareja en el mes de febrero. Los padres ya tenían dos hijos biológicos y viven en Ushuaia. La guarda fue otorgada por un juez de Tostado, y Andrea -la mamá de la niña- contó su historia.
Aspirantes
El Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines adoptivos (Ruaga) registró durante el primer periodo del año un total de 50 familias aspirantes para adopción. A pesar de la baja histórica a nivel nacional, Santa Fe es una de las pocas provincias que mantuvo la cantidad de aspirantes como años anteriores. Del total, 30 corresponden a la ciudad de Rosario y zona sur, y 20 a Santa Fe y centro norte de la provincia.
Los niños se encuentran al cuidado y protección del Estado en diferentes residencias de la provincia de Santa Fe. Por este motivo, está abierta de manera permanente la convocatoria pública para aspirantes a la adopción en el sitio oficial www.santafe.gob.ar/ruaga.
Cada evaluación para la formulación de los legajos consta de varias etapas: inscripción mediante la página web, asistencia a reuniones informativas obligatorias y cumplimentación de la documentación requerida. Luego, se realizan tres entrevistas que, según remarcó Bonelli, “desde esta gestión son presenciales. Dos de ellas representan evaluaciones que se llevan a cabo en las sedes del Ruaga de Santa Fe y Rosario; y la tercera consiste en una evaluación socio ambiental en el domicilio del aspirante. Este proceso lleva al menos tres o cuatro semanas. Una vez admitidos los aspirantes ingresan al sistema provincial y al registro nacional, con un número de legajo”.
Actualmente los equipos profesionales del Registro están acompañando 39 procesos de vinculación con aspirantes a lo largo de toda la provincia en forma presencial y por medios remotos. Se trata de 21 niñas, niños y adolescentes de entre 0 y 14 años en la ciudad de Santa Fe; y de 18 en Rosario y zona sur con un rango etario de 0 a 12 años.
Fuente: unosantafe.com.ar
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Publicado: Viernes, 10 Mayo 2024 17:19
La cirugía se llevó a cabo en octubre del año pasado y, siete meses después, el pequeño Elián fue dado de alta
“Todo el sanatorio trabajó en esto”, asegura el cirujano hepático Lisandro Bitetti consultado sobre el operativo que se llevó adelante en el Sanatorio de Niños de Rosario para realizar un trasplante que no tiene registros en Latinoamérica.
Se trató de un bebé santafesino que nació prematuro y padeció una especie de hepatitis poco frecuente, por lo que debieron trabajar en simultáneo en varias instancias durante doce horas para retirar un fragmento de hígado de su padre, aplicar una técnica para reducirlo lo máximo posible y adaptarlo al cuerpo de menos de dos kilos del pequeño.
La cirugía se llevó a cabo en octubre del año pasado y este miércoles, siete meses después, el pequeño Elián, un bebé santafesino que nació con apenas 33 semanas y fue intervenido cuando apenas pesaba 1.900 gramos, fue dado de alta.
En diálogo con La Capital, Bitetti, quien estuvo a cargo de la ablación, detalla que la patología de Elián se trató de una hepatitis aloinmune: “No es viral ni autoinmune. Se da en este tipo de neonatos, en los que los anticuerpos maternos no reconocen a las células del hígado y reaccionan contra ellas”.
“Es una patología poco frecuente y tampoco hay un conocimiento como para que estos chiquitos lleguen a tener una posibilidad. Generalmente, o no se diagnostica o se llega tarde”, agrega.
La intervención es la primera en un bebé de tan poco peso registrado en Latinoamérica, “lo que no quiere decir que no haya habido otro caso”, aclara el cirujano. Sin embargo, anticipa que el equipo registrará este avance.
Y comenta: “Lo trasplantamos a los 23 días, ni siquiera tenía fecha de parto cuando lo trasplantamos. En el mundo hay apenas diez trasplantes de este tipo registrados”.
Equipo de trabajo
Contemplar el tamaño ideal para Elián requirió de un cálculo con base en su peso. Pero lo inédito de un caso como el del bebé santafesino obligó a doblar los esfuerzos. Fueron varias intervenciones en paralelo, que involucraron a todo el sanatorio.
Al respecto, Bitetti recuerda: “Mientras Elián iba empeorando, lo pusimos en emergencia y, en paralelo, empezamos a estudiar la anatomía de su padre. Tomamos dos segmentos de su hígado y, sobre ellos, hicimos una hiperreducción del órgano para tener una unidad funcional hepática mucho más chiquita de lo que el padre, por una cuestión anatómica, le podía dar”.
La operación del padre de Elián, del bebé y la hiperreducción se realizaron en simultáneo, en un lapso de 12 horas.
“Todo el sanatorio trabajó en esto: los equipos quirúrgicos, anestesiólogos, instrumentación, diagnóstico por imágenes, quirófanos, cirujanos plásticos, kinesiólogos, enfermería, neonatología, terapia intensiva, administración y mucamas”, describe el médico, quien suma que “cirugías extraordinarias requieren de situaciones extraordinarias”.
“Ahora el nene tiene ocho meses y le queda por delante el control y seguimiento de un chico que nació prematuro y, además, los controles hepatológicos de cualquier chico trasplantado”, detalla. Por el momento, Elián y su familia deberán quedarse un poco más de tiempo en Rosario, aunque la espera vale la pena: cada vez falta menos para que vuelvan a casa.
Fuente: unosantafe.com.ar